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Haz un espacio para Él

“Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.” (San Lucas 2:7)

Que la Navidad no sea como un aguacero intenso que llega con fuerza y pronto desaparece. Dios desea más que un momento emocional; anhela un lugar permanente en nuestro corazón.

Hace dos mil años, el mundo estaba lleno de afanes, conflictos y prioridades equivocadas. En medio de todo eso, un Salvador buscaba espacio para nacer. Hoy la historia se repite: nuestras vidas están saturadas de preocupaciones, ansiedades, frustraciones y aspiraciones materiales, dejando poco o nada de espacio para Dios.

¡Haz un espacio para Jesús! En medio del ruido del consumismo, crea un espacio de silencio para escuchar la voz de Dios. Desecha la arrogancia y humilla tu corazón ante Dios. Cambia tus afectos equivocados por lo que realmente vale la pena. Sustituye la codicia y toda idolatría por las riquezas y la gloria de Dios. Reemplaza el temor y la desconfianza por el amor y el abrazo del Señor.

Un corazón abierto al Señor desarrolla una vida de oración, sumisión a su voluntad y sensibilidad a su Espíritu. La experiencia más profunda y transformadora ocurre cuando abrimos verdaderamente nuestro corazón a Jesucristo, Señor de señores y Rey de reyes.

En esta Navidad, ¡haz un espacio para Él!

 

Pr. Elvio Carrera

Jefe de Capellanía